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«Todavía nos enfrentamos al machismo y se nos cierran puertas… Sin embargo, los permisos y reconocimientos son para el pescador, no para la pescadora»

En Las Cruces, comuna El Tabo, funciona la Cooperativa de Mariscadoras «Puesta de Sol», única entidad femenina del rubro. Su secretaria es Paola Núñez.

¿Cuánto tiempo lleva funcionando esta cooperativa?
Llevamos 23 años en la cooperativa

¿Y cuánto tiempo llevan formalizadas?
También hace 23 años. Nos demoramos como 4 ó 5 meses en hacer toda la documentación, gracias al Obispado de Melipilla. Ellos nos ayudaron con los trámites en el Ministerio de Economía, en Santiago.

Cuéntame, ¿cuántos socios tienen?
Actualmente somos 10 mujeres y un varón. El varón está ocupando el legado que dejó su madre, la señora Virginia Moreno, quien falleció hace 15 años. Primero fue el marido quien tomó su lugar, pero él también falleció. Ahora está el hijo, don Santiago Moreno. Ya llevamos 24 años, desde septiembre de 2001, cuando quedamos inscritas en el Ministerio de Economía.

¿Nacieron con esa cantidad de socias? Tengo entendido que eran muchas más al principio.
Empezamos con más de 25 socias. La idea era tener nuestro propio restaurante. Somos mujeres mariscadoras, esposas de buzos, hermanas… muchas nos unimos. Pero al principio, el machismo influyó; no nos creían y pensaban que solo nos juntábamos para conversar. Con el tiempo, muchas se quedaron en el camino, algunas porque sus maridos no las dejaban. Ahora somos las que perseveramos. En nuestra cooperativa, han partido cuatro socias y don Manuel Cerda, quien ocupó el legado de su señora hasta que también falleció.

¿Es verdad que hicieron una alianza con la Universidad Católica.
Sí, tenemos una alianza y un apoyo incondicional con ellos, especialmente con el SIM

¿Con quién están trabajando?
Participamos en muchas actividades y alianzas. Estamos con la Alianza del Pacífico, con Susana Rial en la Alianza de las Mujeres de Mar, con Caletas de Mar y con mujeres de la Quinta Región. Vamos a muchas actividades para incentivar a las mujeres a creer en su potencial y llegar hasta el final. Nos han puesto muchos obstáculos, tanto desde el gobierno como desde otros sectores, pero seguimos adelante.

Cuéntame más sobre las cremas que hacen a base de güiro negro.
Quisimos hacer nuestras cremas a base de güiro negro. La Universidad Católica, con el biólogo Stephan, creyó en nosotras y consiguió un fondo para tener nuestros frascos y prepararnos. Sin embargo, por burocracia, todavía no podemos venderlas de forma industrial, como quisiéramos; solo podemos venderlas como artesanales

¿Están tramitando la resolución sanitaria?
La resolución sanitaria es muy difícil de obtener. Nos dicen que nuestra crema es muy buena, que no tiene nada que envidiarle a una natural en cuanto a proteínas y que es 100% orgánica. La hemos probado en personas con psoriasis y, al mes, su piel mejora notablemente. Es muy buena, no porque lo diga yo, sino porque lo hemos visto.

¿Hace cuánto tiempo tienen esta alianza con el centro de estudios de la Católica?
Desde el día uno. Paula Cepeda, cuñada de una de nuestras socias, nos sugirió unirnos. Asistimos a una charla con don Juan Carlos Castilla, Sergio Navarrete y Miriam Fernández. Ellos nos ayudaron en temas de educación para cuidar nuestras áreas de manejo y hacerlas sustentables. Nos enseñaron que debíamos educarnos primero para poder educar a los demás.

Es curioso que la gente no sepa que hay grupos de mujeres dedicadas al área del mar, que ha sido tradicionalmente de hombres.
Exacto. Todavía nos enfrentamos al machismo y se nos cierran puertas. A pesar de que tenemos apoyo del gobierno y de instituciones, siempre hay un «es que no se puede». Por ejemplo, nuestras cremas son espectaculares, pero no tenemos la resolución sanitaria; solo la del jabón Spicata.

Cuando tienen encuentros con otras mujeres a lo largo de Chile, ¿encuentran el mismo problema de burocracia y falta de credibilidad?
Sí. En muchos talleres y reuniones hemos visto que el hombre de mar, sin la ayuda de la mujer, no podría hacer su trabajo. Sin embargo, los permisos y reconocimientos son para el pescador, no para la pescadora. Incluso en nuestros carnés dice «pescador» en vez de «pescadora».

¿Todas las integrantes de la cooperativa tienen su carné que dice «pescador»?
-Sí. Hicimos el carné de pescador porque en un momento, como mariscadoras, no había bonos. El bono siempre viene al pescador, pero nos encontramos con la burocracia de que ese bono es para el dueño de la embarcación, no para el pescador. Fue una experiencia. Algunas hemos entrado al mar con buzos que nos conocen, pero siempre hay quienes dudan de nuestras capacidades. Llevamos 24 años en esta lucha de género, pero seguimos adelante.

Entonces, las circunstancias las obligaron a sacar carné de pescador para igualar la cancha.
Así es el sistema.

¿Cuántas socias tienen carné de pescador?
En estos momentos, seis de las socias tienen el carné. Dos no pueden tenerlo porque son pensionadas o tienen alguna discapacidad, y las otras dos no pudieron rendir la prueba por falta de tiempo

¿Les mejoró la situación al obtener el carné de pescador o hoy más obstáculos?
En lo personal, hasta el día de hoy no me piden mi carné de pescador. Tengo el carné de recolectora de orilla, que es lo que soy de corazón. Puedo estar agotada, pero si me dicen que la mar está buena y vamos a mariscar, me pierdo entre las piedras. Es mi pasión.

¿Cuál es la especialidad como cooperativa en el negocio que están implementando? ¿Las cremas son con algas, mariscos u otra cosa?
La crema es con el extracto del alga Spicata, que es el güiro negro.

¿Es una especialidad que se da en esta playa u otra?
Se da en toda la playa. Nos han dicho los extranjeros que nuestra costa tiene mayor proteína que otras partes del sur y del norte. Así que tenemos ese potencial solo acá.

Ahora que la Universidad Católica les ayudó asacar la certificación para los jabones, ¿qué falta parala certificación de las cremas?
A mi parecer, necesitamos hacer nuevamente un taller con una persona que nos certifique que la crema quede certificada. Ya tenemos el extracto certificado. Estamos viendo ese tema con Sercotec; llegaron hace como dos meses a nuestra cooperativa y les expresamos nuestra inquietud.

¿Hay algún plazo?
Siempre nos damos plazos. Nos propusimos que de aquí a diciembre tenemos que tener esto. Creemos que para el año 2025 podríamos tener la certificación.

¿Hay en la provincia otras comunas con mariscadoras o pescadoras que les pregunten a ustedes para formalizarse?
En la comuna de Cartagena tenemos sindicatos: de fileteadoras, encarnadoras y desconchadoras. Pero como cooperativa de mariscadoras, somos las únicas. Además, el carné de mariscadora o recolectora no se ha emitido en más de 13 años porque Sernapesca no inscribe a nadie.

¿Sernapesca ha dado alguna justificación?
Dicen que está cerrado. En este momento, si quisiera que mi hijo tuviera mi legado, no podría ser porque no puedo traspasar mi carné; es único. El número de registro se pierde cuando la persona fallece.

¿En esta feria costumbrista, el municipio las apoya?
Desde el día uno, con don Alfonso Muñoz. Él antes era concejal y siempre nos ha apoyado. Su señora, Miriam Rodríguez, también pertenece a nuestra cooperativa. Le presentamos nuestra propuesta para la fiesta de la chilenidad, aquí, en Las Cruces, que es familiar y donde las socias sacan su producto y lo elaboran. La artesanía es de emprendedores locales y hay juegos típicos para los niños.

¿Con qué están participando en esta feria?
Estamos en el área de gastronomía. Nuestras socias ofrecen chupe de loco, ceviche, empanadas de marisco, empanadas de loco y camarón queso. También tenemos jugos, bebidas, anticuchos, micheladas y mojitos. Todos los mariscos son de las propias familias; el producto es 100% fresco.

Muchas gracias por compartir tu historia … y éxitos en todos tus proyectos.
Gracias a ti por el interés y por ayudarnos a difundir nuestro trabajo.

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